
Joer que rabia me da esa foto en la puerta de la universidad de ingeniería.... jops, no puedo esperar más a que tenga tiempo para actualizar el blog! Así que de momento pongo este monigote que siempre me ha hecho gracia, y os dejo un texto más abajo que leí el otro día y me hizo reflexionar un rato sobre que somos, como nos valoramos, como construimos nuestra personalidad.... a ver que os parece!
"..." Desde jóvenes se nos ha educado, no tratando de que nosotros descubriéramos lo que somos en nosotros mismos, sino valorándonos siempre en función de nuestras actividades, de nuestro rendimiento, siempre en comparación con los demás. Tanto es así que prácticamente éste parece, a simple vista, el único modo de conocernos: yo soy bastante honrado (bastante es un término comparativo); yo soy muy activo, yo soy más rico, yo soy muy emprendedor. Más, menos, es decir, siempre en relación con algo. En todo momento nos estamos definiendo respecto a los demás. Se nos ha dicho que un ser humano vale lo que es capaz de hacer, vale el valor que se le da, y, como este valor depende de su éxito, de su prestigio, de su valoración social, esto ha hecho que nosotros, desde pequeñitos, nos apoyemos en querer que los demás nos juzguen bien, nos valoren, en que estemos siempre pendientes de estos esquemas de valoración social.
Y, así, organizamos nuestra conducta, nuestros valores, y estimamos a las personas según que nos valoren, que nos reconozcan más o menos. Estamos viviendo en virtud de una valoración comparativa constante. Nunca se nos ha valorado, nunca se nos ha educado para que nosotros tratemos de descubrir qué somos nosotros mismos, en nosotros mismos, por nosotros mismos.
De este modo, nos sentimos satisfechos cuando nuestro valor queda afirmado, confirmado, aceptado o reconocido por los demás, y nos sentimos insatisfechos cuando no se nos reconoce, cuando se nos critica. Tanto es así que, si unos nos valoran y otros nos critican, llega un momento en que no sabemos si valemos o no; estamos a merced de nuestra cotización social.
Y esta necesidad de aparecer de un modo, para merecer unos juicios determinados, nos aleja cada vez más de nuestra posibilidad de ser. Hemos de cuidar las apariencias ante los demás y ante nosotros mismos.
Cuando uno hace algo que va en contra de su valoración exterior, uno mismo se siente indispuesto, uno mismo se siente deprimido. Estamos tan pendientes de esta valoración que hemos hecho de nosotros mismos, del yo triunfante, del yo victorioso que, cuando algo de nuestra experiencia contradice esa valoración, nos sentimos disminuidos; vivimos más en nuestra idea que en la experiencia genuina que podamos tener de lo que uno realmente es. Hemos trasladado nuestra vida desde un plano vivencial directo a un plano de interpretación intelectual constante. De este modo estamos edificando un sistema de valores completamente falso, completamente artificial, que nos aleja de nosotros mismos.
Se ha llegado a decir que esto es inevitable, que esto es lo normal, lo natural, y que las cosas son de este modo y hay que seguir el juego y nada más. "..."

3 comentarios:
Qué pacha Raulito!! Somos la Mireia y el Pepe y, al ver este primer post de tu blogg, hemos llegado a la conclusió que... volem saber més coses!!
Cómo te va por Estútgar?
Ya comes bien?
Has fet nous amiguets?
Bueno chato, disfruta i explica'ns!!
Mireio y Pepa
PS: nuestra cultura bloggera nos hace dudar de si tus últimas notícias son la cosa esta de "en construcción"... bueno, ja ens diràs! fiuuuuuuuu!
Hola Mirellita y pepinho!!!
Pues la veritat es que lo de pagina en construcció es perquè vull explicar abans de començar amb les histories de Stuttgart l'experiència de l'estiu, que com no tenia gaire internete al lloc on era no vaig poder posar res....
Després ja explicaré les mogudes de per aki!!
Una braçada molt gran!!
Raúl.
ja q m'has interpelat a fer-ho, doncs hauré de deixar la firma aquí... I no se q dir-te, lo bàsic és q el discurs no m'ha arribat gaire. Està bé articulat però cau en l'excés.
La comparativa social és quelcom inevitable, sens dubte, però no necessàriament negativa. La critica q se li pot fer al seu us, si engloba tota l'argumentació, fa q perdi significat.
Per tant, endavant amb l'individu i la seva pròpia definició, però mai sense perdre l'enrequiment de compartir aquest procés en claus no competitives!
Publicar un comentario